El Día de la mujer

Hace 8 días se celebró el día de la mujer un día para reflexionar sobre los logros que se han logrado y el camino que falta por recorrer. 

El Día Internacional de la Mujer es un día que nos ayuda a recordar las situaciones de falta de equidad, justicia, acceso a la educación y oportunidades de empleo digno, a la par que las múltiples formas de violencia que viven las mujeres en el mundo entero y en particular en Chiapas.

Para Ch’ieltik trabajamos diariamente a favor de los derechos de las niñas, adolescentes y jóvenes indígenas de las microrregiones donde nos encontramos. Chiapas es el estado con los más bajos indicadores de bienestar social del país, el 95% de la niñez y adolescencia vive en condiciones de pobreza extrema en los municipios indígenas donde buscamos construir nuevas opciones de vida para los más jóvenes.

Estos municipios tienen las más altas tasas de fecundidad adolescente ylas prácticas del matrimonio a muy temprana edad todavía son muy frecuentes.

La estructura social en las comunidades indígenas contribuye a la exclusión de los adolescentes, al restringir las posibilidades del ejercicio de derechos como la libre expresión de sus ideas, la participación en la vida pública y, muy particularmente a la libre toma de decisiones sobre asuntos como la paternidad/maternidad y el matrimonio forzoso.

Las que experimentan las mayores restricciones siempre son las mujeres, pues en los usos y costumbres se dispone que ellas deban ceder su representación y su voluntad de forma casi absoluta a los varones, sean sus padres, hermanos, esposos o cuñados. Por ejemplo, hablando de la población adolescente escolarizada, la proporción de hombres y mujeres en cada grupo es de alrededor de dos varones por cada mujer. Los padres prefieren educar a los hijos varones.

Adolescentes y jóvenes que no se ajustan a los roles tradicionales son excluidos de la vida comunitaria común y se convierten en blanco de la violencia machista. Sin embargo, las mujeres también son las que viven de manera más fuerte esa violencia que llega en ocasiones a la violación y el feminicidio.

La reproducción de éstas desigualdades y violencias es un ciclo que sólo será posible romper en la medida que, desde dentro de las comunidades, comience una transformación de las culturas locales para abrir dentro de ellas un reconocimiento de la integridad humana, que vaya de acuerdo con los valores de solidaridad e interdependencia que ya se encuentran presentes en muchas prácticas culturales de los pueblos indígenas.

Es por esta razón que jóvenes hombres y mujeres que participan activamente en las iniciativas juveniles de Ch’ieltik están comenzando a llenar de nuevos contenidos el ancestral concepto del Lekil Kuxlejal de las culturas mayas chiapanecas. Ellas y ellos se sienten orgullosos de ese legado ancestral y quieren ser sus continuadores, a la par que desean modificar la falta de derechos que viven las mujeres.

Como dicen las jóvenes de San Juan Cancuc en su videoclip : “Las mujeres tenemos derecho a decidir cómo queremos vivir”.