En Ch’ieltik enfocamos nuestros esfuerzos para contribuimos al bienestar y desarrollo integral de jóvenes originarios en el estado de Chiapas, creando condiciones para que tomen protagonismo y tengan una voz dentro sus comunidades.
Uno de los pilares en los más importantes en los que basamos esta formación es la Plena Conciencia (Mindfulness).
¿Qué es la conciencia plena?
La conciencia plena es la capacidad humana de concentrarnos en el presente y vivir en “el aquí y el ahora”, esta práctica permite reconocer y reconocernos en el momento que estamos viviendo.
Aunque muchas veces creemos tener el control de nuestra atención, normalmente estamos atendiendo pensamientos sobre el pasado el futuro y reconociendo solo una pequeña porción de lo que está sucediendo en el presente.
La Conciencia Plena o Mindfulness nos permite reconocer lo que está sucediendo mientras está sucediendo, aceptando el fluir de la experiencia tal cual se está sucediendo.
Nos permite que aunque experimentemos algo desagradable, podremos ahorrarnos el sufrimiento de tener que lograr que aquello desagradable desaparezca y quedarse solo con lo que experimentamos sin agregar sufrimiento es lo que la práctica de mindfulness nos permite.
¿Cuales son los beneficios de la Plena Conciencia?
Nos permite reducir el estrés.
Aumentar la autoconsciencia.
Nos ayuda a recuperar nuestro equilibrio interno.
Nos permite desarrollamos una mayor capacidad de discernimiento y compasión.
Con el fomento de estas capacidades en las y los jóvenes con los que trabajamos podemos apoyar en su desarrollo y capacidad de tomar decisiones que les permitan seguir con su crecimiento personal y profesional, postergando embarazos y uniones tempranas, continuar su educación y romper con los ciclos de pobreza que afectan a sus comunidades
Es por eso que nuestro Equipo Semillero, con el fin de mejorar y compartir estos conocimientos, acudieron al Retiro de conciencia plena: “MIIRANDO PROFUNDAMENTE MI VIDA-MI MUERTE”, y nos compartieron sus experiencias:
Equipo Semillero (De izq. a der.) Magally Hernández, Marilú Jiménez, Liz Vázquez, Andrea Bautista
Magally Hernández:
“... Este retiro no ha sido la primera experiencia, sin embargo, siento que en cada retiro se aprenden cosas nuevas, (...) sentí que el principio fue difícil y complicado porque, a pesar de no ser mi primera practica, el silencio para mí siempre ha sido difícil, estar rodeada de silencio es muy inquietante, para mí, pero a través del silencio pude darme cuenta que hay muchas cosas por las cuales debo estar en agradecida conmigo misma y con otras personas que han sido y siguen siendo parte de mí, tener gratitud hacia las cosas y condiciones que me han permitido llegar hasta donde estoy ahora y transformarme en una persona libre con una historia diferente a otras historias. Me di cuenta que todo ese silencio que sentía se ha convertido en mi mejor herramienta para comunicarme a mí misma mis sentimientos y también me hizo darme cuenta que las palabras no son el único medio por el cual puedo transmitir mis deseos, emociones y sensaciones (...).
Estas prácticas nos sirve como una herramienta para actuar de la manera más adecuada ante las diversas situaciones en las que nos encontramos, sobre todo porque para el trabajo que se hace con los jóvenes debemos transmitir a ellos seguridad, calma y apoyo en el momento de tomar decisiones y sobre todo debemos transmitirles herramientas para que aprendan a vivir el momento presente siempre cuidando y respetando la vida de las otras personas, enseñarles a hacer conciencia de la importancia del buen vivir en las comunidades, conociendo y respetando los derechos de hombres y mujeres por igual.”
Marilú Jiménez:
“...Aunque no es el primer retiro al que asisto, siempre aprendo y descubro cosas nuevas.
Desde que conocí la plena consciencia me ha ayudado con mis problemas personales como el miedo de enfrentarme a situaciones difíciles, en mi trabajo en Ch’ieltik me ayuda a entender a las y los jóvenes en su actuar por la vida, además de poder entender los diferentes modos de actuar de mis compañeros semilleros, la conciencia plena me ha hecho madurar en muchos sentidos.
También gracias a la plena consciencia he podido ayudar a personas cercanas a mi, la enseñanza de la plena consciencia ayuda a que tengamos menos sufrimiento con nosotros mismos y los demás, seamos más felices y nos sentimos más plenos y llenos de vida.
En este retiro no fue la excepción ya que conocí personas que sin juzgarte te escuchan y comparten tu modo de vida. Gracias por este maravilloso regalo de poder compartirlo con mis compañeros de trabajo.”
Lizbeth Vázquez:
“Mi experiencia en este retiro de la plena de conciencia me ha servido (...) para conocer aquellas semillas que tenemos dentro de cada uno: como el amor y la ira, reconocerlos y ser consciente de lo que vivimos día a día.
(...) me di cuenta que siempre buscamos este lado espiritual para equilibrar nuestra vida, para no mantenernos únicamente en lo racional sino también equilibrar a través de el espíritu a través de aquello que tal vez no vemos pero sentimos.
Para el trabajo en comunidades con los jóvenes de pueblos originarios me servirá para transmitir este mensaje, para que ellos entiendan la importancia del ser y la importancia de la conciencia plena en las actividades que realizan.
Finalmente creo que la plena conciencia te ayudan a mejorar como persona, a equilibrar y reconocer aquello en lo que estás careciendo, en lo que te hace mal (...).”
