La deficiente formación escolar, sumada a la creación temprana de familias, tiene un impacto negativo en la vida de los jóvenes. Ellos tendrán un salario 37 por cierto inferior a sus pares que terminan el bachillerato.
En las comunidades en donde trabajamos la deserción escolar es la más alta del país, solo 4 de cada 10 personas mayores de quince años tienen instrucción post primaria. Sólo 3 de cada 10 jóvenes ingresan al bachillerato y únicamente el 1.5 % de los jóvenes indígenas llegan a la universidad y de estos solo el 1% logra terminar una carrera.
100 de cada mil jóvenes de 15 a 19 años se embarazan, en contraste a nivel nacional solo 69 de cada mil jóvenes no indígenas en ese rango de edad se embarazan.
A este panorama de violación de los derechos humanos se suma el de un modelo “triunfador” del narcotráfico que es atractivo para los hombres jóvenes. Chieltik busca construir espacios de participación y protagonismo juvenil para que construyan un mejor futuro para ellos, sus familias y sus comunidades.